Enraizar no es sólo para las plantas; también para las personas es fundamental para crecer y desarrollarse. En nuestro caso, el enraizamiento tiene que ver con tener los pies puestos en la tierra. Significa ser capaz de pararse en los propios pies, sostenerse, estar en contacto con la tierra, con el piso, con lo concreto del momento presente. Estar enraizado es estar presente en la situación en la que uno se encuentra, en contacto con la realidad.
Lo contrario de estar enraizado (estar des-enraizado) ocurre cuando la mente está por cualquier parte, perdida en los pensamientos sobre el pasado, el futuro, o fantasías de todo tipo. Ya sabemos que esa es una tendencia espontánea de la mente, que puede a veces volverse demasiado activa, generando una serie de problemas en la vida, y hace imposible experimentar el momento presente de manera plena.
La depresión y la ansiedad, son dos manifestaciones de la falta de enraizamiento. La mente está perdida en fantasías y pensamientos, que más allá de si son ciertos, no son útiles para ser feliz y vivir una vida plena y significativa.
Estar enraizado va estrechamente relacionado con el cuerpo. La experiencia concreta de la realidad de este momento es algo que tiene lugar en lo corporal. El cuerpo es la interfaz donde se experimenta la vida. En consecuencia, volver la atención sobre la experiencia corporal de estar vivo(a) en este momento, tomar contacto con lo tangible y concreto de este momento es lo contrario de estar perdido en la propia mente, en fantasías sobre el futuro y pasado, pensamientos negativos, creencias auto-limitantes, etc.
El Enraizamiento (Grounding) es uno de los ejercicios básicos de la Terapia Bioenergética, un enfoque en psicoterapia que se basa en la idea de que cuerpo y mente están en una unidad funcional inseparable.
Te presento aquí un ejercicio de enraizamiento con dos posturas:
• Postura 1 : rodillas flectadas y columna erguida
• Postura 2 : cabeza cuelga hacia la tierra, mientras la mitad inferior del cuerpo está firme sosteniendo el peso.